27/1/16

MARGINAL




MARGINAL

En las oscuras calles se esconde la rapiña se incuba desde el coito debajo de las chapas, no los cubrirá en su perra vida los buenos trapos, ni los buenos libros, ni los buenos vinos.

Comerán a dentelladas una buena carne cuando se dé un buen golpe a una buena presa. Criado con el ruido de la lluvia en los techos mirando las correntadas de la inundación llevarse sus miserias queridas, una mesa, una silla, un ropero.

La mala droga o las sucias jeringas, pastillas y alcohol, ellos saben que no hay sueños debajo de los charcos,

ellos saben que están del otro lado que jamás serán la clásica postal; abrazada la pareja de ojos claros frente a una hermosa casa mientras los niños rubios juegan con un perro de raza en un amplio y verde jardín.

Será su casilla su mansión y un perro flaco y callejero que no deja de rascarse en un patio lleno de latas, botellas y cartón.

Cuando no alcanza lo que se vende hay que esperar algún descuido un billete  que rasguñar pero será de Dios! se dice: lo que la vida no les dio porque ello no lo buscaron no supieron cómo, no los ayudaron y no fueron escuchados no sabían expresarse se quedaron solos no hubo educación para que parafrasear lo que dice la constitución.

Hoy son empleados de la mentira de los que gobernaron y gobiernan administrando los carteles que protegen sus cocinas de drogas, haciendo la parodia de persecuciones y seguridad.

Tras el cristal de la hipocresía se ve al establishment y a la sociedad. Las cárceles no son la solución, más escuelas, una mejor educación que brinde oportunidades, tal vez solo sea un delirio de un escritor marginal.

Se puede ser pobre y honesto eso es verdad pero es fácil decirlo del otro lado de la realidad.

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