Estimado Pablo
Fogos, emprendí la lectura de "Entre las tumbas" sin saber que al
hacerlo el libro cobraría vida. He comentado por las redes sociales que podía
oír su respiración agitada sobre mi mesa de luz, pero por sobre todo percibía
su descontento al abandonarlo por algunas horas. Lo cierto es que la historia
relatada es irresistible. Es permanente el atractivo por saber lo que sucederá
a la vuelta de página. Al avanzar los capítulos se vierten enigmas, búsquedas,
pensamientos y recuerdos del protagonista en un bombardeo de párrafos que hacen
ejercitar la atención al lector. Como prueba que no es intención de este
comentario adular al autor, reconozco que el policial de misterios, incógnitas
y acertijos, no es mi género preferido. Pero encuentro aquí algo distintivo: La
posibilidad cierta de que los hechos, paranormales o no, y los recuerdos
descriptos, puedan ser tomados de la realidad. Hay combinación entre lo
histórico y lo creativo. Si suponemos que hay verdades en los padecimientos,
errores e ignorancias de un pasado negro y perturbador, celebro que de esos
venenos de corto alcance, puedan surgir manifestaciones que iluminen al mundo:
una canción, una pintura, o este libro que está vivo. Al arte le es
indispensable el dolor, a nosotros no. Hay que agradecer a quien se lo ocurrió
este estilo de exorcismo. Felicitaciones Pablo.
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