2/1/16

INSOMNIO

Si la madrugada asedia a la conciencia de los que tienen las cuentas pendientes, a los que han hecho las cosas mal, a los cómplices de siempre que señalan y juzgan porque tienen la impunidad que les da el poder ¿Porqué será que esta madrugada me persigue? Será que también soy un rufián, que no soy tan inocente, que la noche desnuda me reclama por aquellos pequeños crímenes que la memoria me devuelve, aquella niña que rechacé en mi adolescencia, una palabra mal dicha a quien alguna vez amé, un sueño que dejé morir sin contemplaciones, alguien que no ayudé y tal vez pude hacerlo; el sepulcro de los recuerdos es lúgubre te sumergen en la oscuridad del pasado entonces la conciencia corre a un pasadizo de luz tratando de amortiguar el golpe que te devuelve lo tangible, la realidad. Que me resguardará de esta noche que se cierne sobre mí, las secuelas de la barbarie se arremolinan en un pensamiento que aniquila el presente. El insomnio, el calor y los mosquitos parecen confluir en una ceremonia irónica del tiempo, pienso en el futuro de los niños, en el de mis hijos, en los hijos de sus hijos ¿Hacia donde vamos? ¿Quién los protegerá? El amanecer aparece en los bordes de la ventana. Pienso...una tregua temporal a mis desvaríos nocturnos hasta que las horas me entreguen nuevamente a la noche.

                                                                                                                         
                                                                                                                              Pablo Fogos

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